La auténtica cosmética natural
Hasta hace muy poco tiempo los cosméticos y productos de belleza han sido elaborados básicamente con ingredientes sintéticos, utilizando en ocasiones como informe publicitario palabras como “natural”, “producto de la naturaleza”, etc., explotando la imagen de la naturaleza y las plantas, cuando en realidad se basaban en fragancias o aromas de origen sintético fabricadas en laboratorios o animal. No obstante, y gracias al mayor conocimiento de los consumidores, la auténtica cosmética natural vive hoy un gran momento. Ingredientes como los aceites esenciales, los aceites vegetales, las arcillas, las algas, los extractos de plantas, etc., vuelven a utilizarse en la actualidad.
La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y su salud está íntimamente ligada a la del organismo. En su función como capa protectora está sometida a permanentes cambios, tanto por las influencias exteriores como por las que proceden del interior de nuestro propio organismo. Una piel sana es capaz de reaccionar mejor a estos cambios sin perder el equilibrio. Su apariencia es bella, sin irritaciones y de un color sano.
La piel es un buen conducto para hacer llegar determinados agentes químicos al torrente sanguíneo. Pruebas de ello son los parches antitabaco o anticonceptivos.
El secreto para satisfacer todas las necesidades y estados variables de la piel está en la estimulación de sus propias fuerzas vitales. Los productos de cosmética natural y aromaterapia estimulan la función natural de autorregulación de la piel y ayudan de forma natural a mantener su salud, vitalidad y tersura. Se trata de mantener o reconstruir el equilibrio natural, a través de productos especialmente afines a nuestro organismo por su pureza y por las virtudes de sus ingredientes naturales.
No sabemos donde radica nuestra belleza, pero sí podemos hacer todo lo posible para “invitar” a la belleza a formar parte de nuestra vida. En primer lugar, aceptándonos y amándonos tal como somos y, en segundo lugar –y esto es sin duda lo más sencillo–, a través de un cuidado atento del cuerpo, de embellecer nuestro aspecto, y de realizar un cambio paulatino de nuestro modo de vida, para que nuestra piel se destaque por su halo de armonía.
Cada mujer puede ser bella de forma natural. Existe un camino que ella misma puede descubrir y que puede conducirle hacia tan preciado objetivo. Ese camino es el de la aromaterapia y la cosmética natural, que pone a su alcance los productos necesarios para el tratamiento de su piel y puede armonizar su espíritu a través de las fragancias que nos brindan los aceites esenciales para encontrar la belleza desde su propio interior y así disfrutará la armonía y belleza de todo su ser.
Para ello, es importante que la técnica de extracción de las esencias sea precisa, según conocimientos ancestrales, respetando el momento idóneo de recolección de la planta y utilizando el mejor sistema para obtenerlas. De este modo es posible una línea de aceites esenciales 100% puros, con una gran vibración energética, rebosantes de fuerza vital. Asimismo, es importante asegurarse de que las materias primas seleccionadas y elegidas con esmero compongan la formulación de los diferentes productos de cosmética natural.
